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René Gerónimo Favaloro nació el 14 de julio de 1923, en La Plata, Argentina, Cursó la primaria en una modesta escuela de su barrio, donde, con pocos recursos, se fomentaba el aprendizaje a través de la participación, el deber y la disciplina. Gracias a sus padres -su madre era una habilidosa modista- aprendió a valorar el trabajo y el esfuerzo. Su abuela materna le transmitió su amor por la tierra y la emoción al ver cuando las semillas comenzaban a dar sus frutos. A ella le dedicaría su tesis del doctorado: "A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver belleza hasta en una pobre rama seca". Al finalizar la escuela secundaria ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó a concurrir al Hospital Policlínico y con ellas se acrecentó su vocación al tomar contacto por primera vez con los pacientes. Después de graduarse en 1949, ejerció como médico rural en la provincia de La Pampa, durante doce años. Esa etapa de su profesión forjó en él una conciencia social que lo marcaría en todos los emprendimientos de su vida. Durante los años que Rene, junto a su hermano (también médico) permanecieron en La Pampa, crearon un centro asistencial y elevaron el nivel social y educacional de la región. Con la ayuda de los maestros, los representantes de las iglesias, los empleados de comercio y las comadronas, de a poco fueron logrando un cambio de actitud en la comunidad. Así, lograron que casi desapareciera la mortalidad infantil de la zona, redujeron las infecciones en los partos y la desnutrición, organizaron un banco de sangre viviente con donantes que estaban disponibles cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que brindaban pautas para el cuidado de la salud. Favaloro leía con interés las últimas publicaciones médicas y cada tanto volvía a La Plata para actualizar sus conocimientos. Quedaba impactado con las primeras intervenciones cardiovasculares: era la maravilla de una nueva era. Poco a poco fue renaciendo en él el entusiasmo por la cirugía torácica, a la vez que iba dándole forma a la idea de terminar con su práctica de médico rural y viajar a los Estados Unidos para hacer una especialización. Quería participar de la revolución y no ser un mero observador. En uno de sus viajes a La Plata le manifestó ese deseo al Profesor Mainetti, quien le aconsejó que el lugar indicado era la Clínica Cleveland. A los 40 años se fue a trabajar como residente de cirugía a la Clínica Cleveland, donde llegó a ser cirujano de planta. En este lápso desarrollo la técnica del By-Pass Aorto Coronario, para lo cuál fue fundamental la contribución de su compañero Mason Sones, quien desarrollo la cinecoronariografía estudio indispensable previo a la cirúgia. Al principio la mayor parte de su trabajo se relacionaba con la enfermedad valvular congénita. Pero la busqueda del saber lo llevo por otros caminos. Todos los días, apenas terminaba su labor en la sala de cirugía, Favaloro pasaba horas y horas revisando cinecoronarioangiografías y estudiando la anatomía de las arterias coronarias y su relación con el músculo cardíaco. A comienzos de 1967, Favaloro comenzó a pensar en la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria. Llevó a la práctica sus ideas por primera vez en mayo de ese año. La estandarización de esta técnica, llamada del "bypass" o cirugía de revascularización miocárdica, fue el trabajo fundamental de su carrera, lo cual hizo que su prestigio trascendiera los límites de ese país, ya que el procedimiento cambió radicalmente la historia de la enfermedad coronaria. Está detallado en profundidad en su libro Surgical Treatment on Coronary Arteriosclerosis, publicado en 1970 y editado en español con el nombre Tratamiento Quirúrgico de la Arteriosclerosis Coronaria. Hoy en día se realizan entre 600.000 y 700.000 cirugías de ese tipo por año solamente en los Estados Unidos. Su aporte fue resultado de conocimientos profundos de su especialidad, de largas horas de investigación y de intensa labor. Favaloro decía que su contribución no era personal sino el resultado de un equipo de trabajo que tenía como primer objetivo el bienestar del paciente. El Doctor Favaloro fue el primero, que satisfactoriamente realizó la cirugía del bypass de la arteria coronaria del corazón. Substituyó la obstrucción de la arteria coronaria de una mujer de 51 años en mayo de 1967 con un pedazo de vena saphenous en la Clínica de Cleveland. Esto fue "el principio" de la cirugía del bypass, que gradualmente se ha ido mejorando con la nueva tecnología. Favaloro indudablemente ha cambiado la historia de la enfermedad coronaria. Favaloro volvió a su país en 1971, con el sueño de desarrollar un centro de excelencia similar al de la Clínica de Cleveland, que combinaba la atención médica, la investigación y la educación. Con ese objetivo se creó la Fundación Favaloro en 1975. Desde entonces, más de 400 residentes se han formado bajo su supervisión. Los innumerables cursos, seminarios y congresos organizados por la Fundación, entre los que se destaca "Cardiología para el Consultante" -que tiene lugar cada dos años-, contribuyeron a elevar el nivel de la especialidad para beneficio de los pacientes. En 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica -al que financió con dinero propio durante un largo período- y con posterioridad pasó a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas y que, a su vez, dio lugar, en agosto de 1998, a la creación de la Universidad Favaloro. En la actualidad la universidad consta de una Facultad de Ciencias Médicas, donde se cursan dos carreras de grado -medicina (iniciada en 1993) y kinesiología y fisiatría (iniciada en 2000)- y una Facultad de Ingeniería, Ciencias Exactas y Naturales, donde se cursan tres carreras de ingeniería (iniciadas en 1999). En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro. Con el lema "tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico" se brindan servicios altamente especializados en cardiología, cirugía cardiovascular y trasplante cardíaco, pulmonar, cardiopulmonar, hepático, renal y de médula ósea, además de otras áreas. Favaloro concentró allí su tarea, rodeado de un grupo selecto de profesionales. Siguió haciendo hincapié en la prevención de enfermedades y enseñando a sus pacientes reglas básicas de higiene que contribuyeran a disminuir las enfermedades y la tasa de mortalidad. Con ese objetivo se desarrollaron en la Fundación Favaloro estudios para la detección de enfermedades, diversidad de programas de prevención, como el curso para dejar de fumar, y se hicieron varias publicaciones para el público en general a través del Centro Editor de la Fundación Favaloro, que funcionó hasta el año 2000. Jamás perdió oportunidad de denunciar problemas tales como la desocupación, la desigualdad, la pobreza, el armamentismo, la contaminación, la droga, la violencia, etc, convencido de que sólo cuando se conoce y se toma conciencia de un problema es posible subsanarlo o, aun mejor, prevenirlo. Favaloro recibió innumerables distinciones internacionales entre las que se destacan: el Premio John Scott 1979, otorgado por la ciudad de Filadelfia, EE.UU.; la creación de la Cátedra de Cirugía Cardiovascular "Dr René G. Favaloro" (Universidad de Tel Aviv, Israel, 1980); la distinción de la Fundación Conchita Rábago de Giménez Díaz (Madrid, España, 1982); el premio Maestro de la Medicina Argentina (1986); el premio Distinguished Alumnus Award de la Cleveland Clinic Foundation (1987); The Gairdner Foundation International Award, otorgado por la Gairdner Foundation (Toronto, Canadá, 1987); el Premio René Leriche 1989, otorgado por la Sociedad Internacional de Cirugía; el Gifted Teacher Award, otorgado por el Colegio Americano de Cardiología (1992); el Golden Plate Award de la American Academy of Achievement (1993); el Premio Príncipe Mahidol, otorgado por Su Majestad el Rey de Tailandia (Bangkok, Tailandia, 1999). Desde siempre sostuvo que todo universitario debe comprometerse con la sociedad de su tiempo y recalcó: "quisiera ser recordado como docente más que como cirujano". Por esa razón, dedicó gran parte de su tiempo a la tarea docente, a la preparación de programas educativos y a escribir libros de medicina, educación y la sociedad. En los últimos tiempos residía en el barrio de Palermo en la ciudad de Buenos Aires.
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