Nació el 6 de mayo de 1856, hijo de Jacob Freud (40 años, comerciante judío
en lana) y de Amalia Nathansohn (20 años, judía) en el pequeño poblado
moravo de Freiberg (actual Pribor). En 1860 la familia Freud se trasladó a
Viena.
Freud se licenció en medicina, para especializarse luego en sicopatología,
Dos años después obtuvo una beca para estudiar en el hospital de la
Salpêtrière de París con Charcot. Se inició como neurólogo, pero la
influencia de Breuer y Charcot lo orientaron a la investigación científica
en psicología.
Lo
primero fue descubrir, con Breuer, que los pacientes histéricos no eran
degenerados orgánicos sino que sus síntomas eran consecuencia de los efectos
permanentes que ejercían en la mente de los pacientes ciertas vivencias
traumáticas del pasado que por su carácter contradictorio o inconciliable no
habían podido ser olvidadas: el histérico padece por la mayor parte de
reminiscencias.
Por ello es que los síntomas histéricos desaparecían de inmediato y en forma
definitiva en cuanto en el paciente hipnotizado se despertaba del vivo
recuerdo del proceso provocador junto, necesariamente, con el afecto
concomitante a través de la expresión verbal. Más tarde, a fines del año
1899, en la "La interpretación de los sueños", obra fundamental de Freud, la
investigación psíquica a través de la asociación libre usada con los
síntomas histéricos lo lleva a la posibilidad de investigar los sueños.
De
aquí surge la idea de una estructura psíquica general de los sueños,
provista de una dinámica con sus propias leyes y relacionada con la
organización general de la conciencia, la que va a apoyar una teoría general
del inconciente basada en un modelo tópico (figuración espacial del
inconciente y la conciencia).
Luego Junto a su amigo Joseph Breuer, que también tenía una consulta en
Viena, es cómo Freud hizo su paso hacia el Psicoanálisis. Breuer trataba una
paciente, Anna O. que tenía desmayos, taquicardias y problemas cutáneos,
pero gracias a la hipnosis estos síntomas se iban reduciendo e incluso
desaparecían. Lo que producía dichos problemas en la paciente fueron los
abusos sexuales que sufrió en su infancia por un familiar. Fue a partir de
aquí que Freud dijo que detrás de cada problema psicológico existe también
otro problema sexual.
Para Freud la mente tiene tres subsistemas: el consciente o lo que estamos
pensando, el preconsciente que es lo que no hay en el consciente, pero en
cualquier momento puede estarlo y el inconsciente que se encuentra oculto y
nuestra mente no permite que aflore, sólo sale a través de los sueños, de
los errores que cometemos sin querer, de las asociaciones libres o bajo
hipnosis. Dijo que los procesos psíquicos son en sí mismo inconscientes y
que los procesos conscientes no son sino actos aislados o fracciones de la
vida anímica total.
Esta afirmación está relacionada con el segundo principio donde determinados
impulsos instintivos los clasifica de impulsos sexuales. Según Freud la
líbido es la fuerza impulsiva que representa el instinto sexual, la energía
relacionada con todas las emociones que denominamos con el término amor. La
evolución de la líbido en el hombre pasa por cuatro fases desde su
nacimiento: oral, sádica, anal y fálica.
Otro esquema mental que describe Freud es a partir de tres instancias
denominadas Ello, Yo y Super-Yo. De todas ellas, la parte más profunda de la
psique es el Ello, en el cual radica todo lo heredado, los impulsos
instintivos y predomina el "principio del placer". Es inconsciente en su
totalidad. El Yo es el "principio de realidad", es consciente y tiene la
función de la comprobación de la realidad, así como la regulación y control
de los deseos e impulsos provenientes del Ello. Más adelante, el Yo da lugar
al nacimiento del Super-Yo, que es el representante interior de la autoridad
y normas de los padres, así como de la educación recibida y de la sociedad
en general, tiene un campo inconsciente con algo consciente.
Freud es uno de los más famosos psicólogos que hayan existido jamás. Sus
contribuciones a la psicología del aspecto inconsciente de la vida mental
son múltiples, e incluyen el estudio de la conducta normal, la amnesia, la
angustia, los sueños, la personalidad, el desarrollo psicosexual y los
motivos inconscientes.
Entre sus numerosas hipótesis se encuentra la que las ideas, motivos y
recuerdos inconscientes desempeñan un importante papel en la vida cotidiana,
ejerciendo control sobre gran parte de nuestro comportamiento. Esta se pone
de manifiesto en los deslices verbales, los sueños, los síntomas neuróticos,
etc. La doctrina de los elementos inconscientes, en caso de ser correcta,
revestiría enorme importancia.
Las dos grandes temáticas que recorren la obra de Freud son el sexo y la
agresión. Se diría que el sexo es el grán tema ascendente en la vida, es la
fuerza que da cuenta no sólo de la vida del individuo sino de las
generaciones futuras.
Al
conjunto de instintos (pulsiones biológicas) relacionados con la
supervivencia los llamó Eros, por el termino griego que designaba al amor, y
entendía que la agresión (incluida la autoagresión) surgía de un instinto de
muerte al que denominó Tánatos, a partir del dios griego de la muerte. Estas
dos fuerzas batallaban entre sí a lo largo de toda la vida del organismo; al
comienzo Eros es más poderoso, pero al final Tánatos termina triunfando. Si
bien los conceptos de Eros y Tánatos son algo románticos, es verdad que para
los terapeutas gran parte de la conducta inadaptada se expresa como
dificultades sexuales e impulsos agresivos. Así pues, Freud señaló a los
futuros trabajadores de la salud mental, en general, la dirección correcta.
En
1938 Freud se refugió en Londres, huyendo de la ocupación nazi de su país, y
ya gravemente afectado por un cáncer palatal que le había sido diagnosticado
en el año 1923.
Freud fue un autor prolífico. Una de las ediciones de sus obras contiene más
de 20 volúmenes. Entre sus libros mejor conocidos se encuentran La
interpretación de los sueños (1900), Obras completas tomos 1 y 2, tomos 4 y
5, Psicopatología de la vida cotidiana (1901), Obras completas, tomo 6,
Conferencias de introducción al psicoanalista (1916-1917), Obras completas,
tomos 15 y 16 y El yo y el ello (1923), Obras completas, tomo 19. |
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